Neko

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domingo, febrero 19, 2006

El baile de los "pasados a bosta" me ganó la partida... ¡así es la güea acá!

Quienes me conocen saben que la mayoría de las veces mis comentarios son irónicos, sarcásticos, demasiado críticos y prejuiciosos en demasía. Por lo tanto debería estar pensando y escribiendo algo así ahora también para referirme al hippismo y a la experiencia veraniega en el Valle del Río Elqui.
Sin embargo, esta vez, cuando vengo llegando de ese lugar exquisito, no tengo más que decir que es imposible no transformarse en hippie en eso parajes y, a mucha honra, defino estos últimos tres días que he pasado en el camping del "Rancho Rodríguez", en Pisco Elqui, como jornadas redondas en que, vulgarmente, "me pasé a caca".
Es posible que algunos no sepan a qué me refiero con esa frase con tan poco encanto y delicadeza, pero no tengo otra que grafique mi estado casi "zen" en el que me encontré durante casi 72 horas. "Pasarse a caca" es creerse el cuento y tranformarse. Así fue.
En dicho lugar existe paz de porsí, pese a haber una sobrepoblación veraniega de todo tipo, y al mismo tiempo hay carrete y jarana a destajo si así lo quieres; sin contar las noches eternas de astros hermosos, inscritos en un fondo negro que destacan el contorno de los enormes cerros multicolores. ¡¿Quién no querría quedarse para siempre ahí y vivir de la tierra con los básico y simplemente ser feliz?!
Mucha marihuana para quien gusta de esos placeres y el cuerpo le permite hacerlo [no es mi caso, ya que tengo una arritmia cardíaca que me alejó de esas lides], buen pisco para tomarlo solito con hielo y todo el mundo en "buena onda" y sin distinciones sociales o económicas que limiten el comportamiento.


Sólo quería compartir eso, mi felicidad plena y la derrota de uno de mis prejuicios a través de la experiencia. Siempre pensé que el mochileo en el Valle era para "personajes alumbrados" y me he equivocado... es decir, de que los hay ¡los hay!, pero son los menos y todo depende de cómo se quiera vivir esa experiencia.


Abrazos afectusos a quienes visitan este blog

Pauli.

[en La Serena ya...]